En nuestro anterior artículo vimos cómo evitar estas dichosas picaduras, pero no hemos hecho bien los deberes y NOS HAN PICADO, y lo que es peor estas picaduras se han infectado y empiezan a ser extremadamente molestas, picor, hinchazón, escozor… Pues bien en este artículo daremos una serie de pautas para el tratamiento de las picaduras de mosquito infectadas.

Como comentamos en la anterior entrada el mosquito hembra necesita proteínas para sus huevos que extrae de la sangre, obtenida en las picaduras. El método más utilizado para evitar estas molestas picaduras es la utilización de un repelente de mosquitos siendo el más utilizado el DEET (N, N-dietil-m-toluamida), que lo que hace es producir una sensación desagradable en los terminales sensitivos de estos insectos.

Las picaduras suelen ser tan molestas que no podemos evitar rascarnos inconscientemente y como consecuencia es frecuente que estas picaduras se infecten y como consecuencia necesitarán de un tratamiento adecuado.

Siempre es igual, llega el verano y con él las molestas picaduras de los mosquitos, que no por ser tan conocidas somos capaces de evitar. En este artículo recordamos algunos trucos, para librarnos de estos “malditos” insectos y algunas novedades que han surgido.

Es el mosquito hembra el que con la finalidad de aprovisionarse de proteínas para la proliferación y desarrollo de sus huevos, extrae la sangre de sus “víctimas”, atraída bien por el olor, el sudor, el color de la piel, el calor corporal y el dióxido de carbono que desprendemos.

En primer lugar, para actividades al aire libre, lo mejor es cubrir con ropa la mayor parte del cuerpo, si las temperaturas lo permiten. También existen multitud de aparatos que son utilizados para combatir los mosquitos, como los aparatos eléctricos que los atraen y "achicharran", también aparatos de ultrasonidos, trampas especiales o incluso velas antimosquitos que tienen el inconveniente de perder su efectividad cuando abandonamos su radio de acción.