Las peculiaridades asociadas al padecimiento de una enfermedad del sistema nervioso, como pueda ser el ictus, afectan sobre manera, a aspectos vitales de la nutrición como la percepción organoléptica de los alimentos, la regulación del bolo alimenticio, la masticación, la habilidad manual y especialmente y de forma más grave la habilidad de deglución o disfagia.

En pacientes de enfermedad vascular cerebral o ACV (ictus) que tienen afectada la capacidad de deglutir, se buscan varios objetivos nutricionales:

-          Adaptar la alimentación a la velocidad de deglución del paciente.

La alimentación de la madre durante la lactancia debe seguir una dieta variada, equilibrada y suplementada en alrededor de 500 calorías que es lo que se pierde a través de la leche.

También es importante que se ingiera diariamente los requerimientos nutricionales necesarios como las vitaminas, especialmente A, D, B12 y ácido fólico, minerales como el Calcio y el Zinc y esa grasa especial tan beneficiosa, que encontramos en los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga como el Omega 3 o el Omega 6, presentes en el pescado azul.

La verdura, la fruta (sobre todo su piel) y los cereales integrales son ricos en fibra, que previene el estreñimiento.

Son abundantes las consultas que nos llegan, a nuestro servicio de dietética sobre la alimentación en pacientes diabéticos.

Para aclarar estas dudas, publicamos este artículo. Lo primero es aclarar que un paciente controlado puede tener una dieta variada, equilibrada eso sí, sin antiguas restricciones y con un gran efecto beneficioso para su salud y calidad de vida.

Siguiendo una serie de indicaciones, es posible disfrutar de la alimentación para un diabético, la primera de ellas es la recomendación de acompañar una dieta adecuada con la realización de entre 30 y 45 minutos de actividad física.
La segunda indicación tiene que ver con la periodicidad  y las características de las comidas es conveniente que un paciente diabético, realice al menos 5 comidas diarias – desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena- En las que es obligatorio el consumo de verduras, pues contienen fibra y aportan minerales y vitaminas. El consumo de frutas no debe pasar de cuatro piezas al día, evitando uvas, plátanos muy maduros,  pasas, higos y dátiles que contienen cantidades elevadas de azúcares. Se podrán consumir cereales integrales y azúcar moreno.