Lo que debe ser una alimentación saludable es algo que más o menos llevamos a cabo y que en el caso de los niños es especialmente importante, pero no es menos importante conocer qué alimentos no son recomendados en absoluto para ellos.

Empezando por las bebidas: las bebidas gaseosas no están nada recomendadas (pues contienen azúcares o sucedáneos del mismo poco saludables) los zumos preparados envasados tampoco (suelen tener menos del 10% de zumo de frutas y el resto es agua y azúcares), es mucho más aconsejable beber agua y algún zumo natural.

Pasteles, galletas, bollos o cualquier sucedáneo de bollería industrial, que contienen grasas saturadas e hidrogenadas , muy perjudiciales, azúcares y colorantes, no deben consumirse de manera abusiva, sólo en pequeñas cantidades y nunca a diario. Los dulces y el chocolate se deben comer con moderación, pues su contenido en azúcares puede dañar los dientes. Mejor meriendas con bocadillos de pan.

La sal, como sabemos, no es buena para la salud si abusamos de ella, para los niños es igual, por lo tanto no se deben tomar alimentos muy salados, como por ejemplo en patatas fritas, embutidos o alimentos procesados, y es que las pizzas industriales (son un almacén de calorías y grasas); los sándwiches preparados, contienen muchas grasas, sal y azúcares; los Nuggets de pollo son todo grasa, preparados en aceites nada saludables y con un rebozado abundante en grasas y sal, los perritos calientes si se quieren preparar es mejor hacerlo con un pan no industrial y salchichas más sanas.

Otros alimentos nada recomendables para los niños, son los fritos como las empanadillas, barritas de pescado, delicias de calamar, que llevan rebozados nada recomendables, abundantes en grasas y sal, es mejor cocinar con rebozados caseros a base de harina y huevo.

En este artículo hemos ofrecido alternativas sencillas y sanas a estos alimentos nada recomendables para los más peques.

Llega el verano y en nuestra consulta de dietética nos preguntan por cuál puede ser una dieta adecuada para esta época de altas temperaturas.

Este calor hace conveniente modificar nuestros hábitos alimentarios pero es sencillo si seguimos unas directrices básicas para lograr una dieta sana y equilibrada, siguiendo los consejos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, lo primero es respetar una serie de precauciones en esta época estival:

1. Lavarse bien las manos antes y después de cocinar y comer.
2. Los alimentos crudos deben estar separados de los cocinados.
3. Los alimentos han de estar bien cocinados, para que no queden crudos, asegurándose de que sopas y guisos alcancen el punto de ebullición.
4. Los alimentos no deben descongelarse a temperatura ambiente.
5. Consumir al menos 2 litros de agua y el agua que se use para cocinar deberá ser potable.
6. Habrá que prestar especial atención al consumo de pescado crudo, congelándolo previamente durante al menos 72 horas a -20ºC.

Respecto a los alimentos más adecuados, son recomendables, principalmente, aquellos que aporten un contenido alto en agua y fibra, que mantengan a nuestro organismo hidratado, limpio y sano.